Tras un juicio donde aceptó su culpabilidad, el anestesiólogo Gustavo Aguirre Castro fue sentenciado a cuatro años de prisión por posesión de fentanilo, morfina, efedrina y THC.
Gustavo Aguirre Castro, anestesiólogo de profesión, fue sentenciado a cuatro años de prisión por posesión de fentanilo, morfina, efedrina y THC, tras un juicio donde aceptó su culpabilidad. Esta condena ha generado amplio debate en la comunidad médica y la sociedad sobre el uso y la posesión de sustancias controladas en el ámbito médico.
El caso se originó a raíz de la detección de un paquete con droga en el Puerto de Pichilingue, Baja California Sur. Lo que llevó a una investigación por parte de la Fiscalía General de la República. Posteriormente, se realizó un cateo en la residencia del médico, donde se encontraron varias sustancias controladas, lo que derivó en su detención y en el proceso legal que culminó con su condena.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que si Aguirre no cometió delito, no hay nada que temer. Aunque señaló que la Fiscalía y el Poder Judicial están en su contra. Esta declaración del presidente ha suscitado debate sobre la independencia del sistema judicial y el papel del gobierno en casos judiciales de alto perfil.
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La sentencia del anestesiólogo ha generado debate sobre el uso y posesión de sustancias controladas para fines médicos. La respuesta de las autoridades y el apoyo de la comunidad médica marcan un precedente en casos similares.