La marca de cosméticos Avon se ha declarado en bancarrota en los Estados Unidos. Este posicionamiento surge en medio de una deuda creciente relacionada con demandas por uso de talco en sus productos. Cabe aclarar que Avon no opera en EEUU desde el 2016.
La declaración de la compañía Avon Products Inc. en EEUU se debe a la acumulación de deudas y a las numerosas demandas legales que enfrentan por el uso de talco en sus productos. En las cuales se afirma que el talco de Avon está vinculado con problemas de salud como el cáncer, lo que ha llevado a la empresa a un punto crítico.
Aunque la compañía no vende productos en el país norteamericano, desde que Cerberus Capital adquirió su negocio en 2016, sigue siendo el holding de la marca a nivel mundial. Lo que significa que cualquier decisión financiera en EEUU podría afectar su estructura global.
A pesar de la declaración en bancarrota en Estados Unidos, Avon ha asegurado que sus operaciones internacionales no se verán afectadas. Natura & Co, que adquirió Avon en 2020, ha anunciado su intención se comprar las operaciones fuera de norteamerica por 125 millones de dólares. Lo que podría darle estabilidad a la marca en otros mercados. Un movimiento estratégico para preservar el valor de los activos de Avon y garantizar que sus operaciones en otros países sigan funcionando sin interrupciones.
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Esta reestructuración financiera de Avon busca resolver sus problemas de deuda, al mismo tiempo que tiene la intención de modernizar el modelo de negocio de la compañía a nivel internacional. La estrategia de Natura & Co incluye la revitalización del modelo de venta directa de Avon, con el objetivo de mantener su relevancia en el mercado global.
La declaración de bancarrota de Avon en Estados Unidos es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las empresas globales. Sin embargo, la marca continúa operando en mercados internacionales bajo la gestión de Natura & Co, lo que sugiere un futuro aún prometedor para la icónica empresa de cosméticos.