La Cámara de Diputados ha tomado una decisión histórica al aprobar la prohibición de las terapias de conversión en México. Este avance representa un paso crucial en la protección de los derechos de las personas LGBTI+ y marca un hito en la lucha por la igualdad y la dignidad.
La aprobación de esta medida implica el fin de prácticas que buscan cambiar la orientación sexual o identidad de género de las personas LGBTI+. Se establecen penas de cárcel de dos a seis años y multas significativas para quienes realicen, impulsen o financien estas terapias.
La ley incluye disposiciones especiales para proteger a los menores de edad, adultos mayores y personas con discapacidad. Además, se duplican las sanciones en casos de abuso de poder o violencia física, psicológica o moral contra la víctima.
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La aprobación de esta medida ha generado opiniones divididas entre los legisladores, pero la mayoría coincide en que es un paso necesario para proteger los derechos humanos y garantizar la igualdad para todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
La prohibición de las terapias de conversión representa un avance significativo en la lucha contra la discriminación y el odio hacia las personas LGBTI+. Es un paso fundamental hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa con la diversidad.