Tras un intenso debate, la madrugada de este miércoles 11 de septiembre, el Senado aprobó la Reforma Judicial con 86 votos a favor y 41 en oposición. Con la cual se someterán a votación popular a los jueces, magistrados y ministros del país a partir del 2025, entre otras modificaciones.
La Reforma Judicial introduce modificaciones clave en los procesos judiciales y en la estructura de los tribunales. Permitirá que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos a través del voto popular, independientemente su formación y experiencia. Mientras el gobierno de AMLO defiende que esta medida busca reforzar la democracia, la transparencia y la rendición de cuentas del sistema judicial. Los detractores aseguran que con la reforma se perdería la autonomía del sistema judicial, debilitando la separación de poderes en México.
Mientras se discutía la aprobación de la reforma, la sede fue tomada por manifestantes que se pronunciaron hasta el último minuto, en contra de esta medida. Por lo que tuvieron que reubicar la sesión. Después de aprobar en lo particular y general la Reforma Judicial, el decreto necesita el voto aprobatorio de por lo menos 17 legislaturas estatales para que entre en vigencia el cambio constitucional.
La Reforma Judicial seguirá en el ojo público. Pues aunque los morenistas y aliados prometen que traerán grandes beneficios. Los opositores aseguran que esta decisión es producto del oficialismo y responsabilizan a la mayoría calificada por los “graves daños que esta medida pueda causar a la economía nacional”.
La aprobación de la Reforma Judicial marca un antes y un después al sistema de justicia en México. Una medida que ha despertado la polémica. Y ha llevado a tensiones diplomáticas entre nuestro país y sus dos principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá.