El pasado fin de semana, en el municipio de Jilotzingo ocurrió un deslave que dejó un saldo trágico de nueve personas fallecidas. Aunque la situación se complicó debido a las intensas lluvias que afectaron la región, que también llevó a la evacuación de 60 viviendas. El rescate de las víctimas concluyó el pasado lunes con la recuperación de los últimos cinco cuerpos, lo que elevó el número total de fallecidos a nueve.
El deslave ocurrió el viernes por la tarde, cuando toneladas de tierra, piedras, árboles y lodo descendieron desde el cerro La Peña, arrasando con todo a su paso. El desastre afectó principalmente a 16 viviendas y una pequeña plaza comercial, donde varios locales fueron completamente destruidos. Testigos narran que el agua y los escombros cubrieron la zona en cuestión de segundos, atrapando a las víctimas dentro de sus casas y negocios. Hasta el domingo, se habían recuperado cuatro cuerpos. Sin embargo, el lunes, durante las últimas horas de búsqueda, fueron hallados cinco más, entre ellos, dos menores de edad.
Desde el sábado, los equipos de Protección Civil, junto con personal de la SEDENA, la Marina, la Guardia Nacional y otras corporaciones, trabajaron incansablemente en las labores de búsqueda y rescate. Durante este proceso, lograron salvar a tres personas con vida. Protección Civil del Estado de México, informó que las labores de rescate finalizaron el lunes, tras la extracción del último cuerpo, el de un joven de 16 años. En total, 12 personas fueron rescatadas, de las cuales nueve perdieron la vida.
LEER TAMBIÉN: Deslave en Naucalpan deja por lo menos seis muertos y varios heridos
Las autoridades han evacuado 60 viviendas de la zona afectada, mientras especialistas de la UNAM evalúan la estabilidad del terreno. Se han instalado cuatro módulos de atención médica y psicológica para los afectados, mientras los cuerpos de rescate continúan retirando los escombros. Las lluvias persisten en la región, por lo que Protección Civil ha pedido a los habitantes de las áreas cercanas que se mantengan en alerta ante posibles nuevos deslaves. En tanto, las labores de limpieza en las carreteras y caminos de la zona continúan, mientras maquinaria pesada retira toneladas de escombros.
Las autoridades locales y estatales han desplegado todos los recursos posibles para atender la emergencia, mientras las familias afectadas siguen recibiendo apoyo en los albergues temporales. El riesgo de nuevos deslaves sigue latente, por lo que la situación en la zona es crítica.