El deslave del cerro en San Luis Ayucan, Jilotzingo el viernes pasado, sepultó varias viviendas bajo toneladas de lodo y rocas. Hasta el momento, se han rescatado los cuerpos de cuatro personas fallecidas, entre ellas un menor de dos años, y cinco personas continúan desaparecidas. Autoridades y voluntarios trabajan sin descanso en la zona afectada.
El deslave fue causado por las intensas lluvias de los últimos días. La saturación del terreno y la acumulación de lodo y rocas provocaron el colapso de la ladera, sepultando 16 viviendas en la comunidad de San Luis Ayucan. Los residentes afectados reportaron haber escuchado un estruendo antes de que el cerro se desmoronara, arrasando con todo a su paso. Aunque las autoridades habían evacuado previamente a algunas familias, muchas permanecieron atrapadas bajo los escombros.
Equipos de rescate de los tres niveles de gobierno, junto con voluntarios, trabajan día y noche en la zona afectada. Hasta el momento, se han rescatado con vida a tres personas, quienes fueron trasladadas al Hospital de Lomas Verdes. Sin embargo, las labores continúan para localizar a las cinco personas que aún están desaparecidas. Se han enfrentado dificultades debido a la inestabilidad del terreno, lo que ha impedido el uso de maquinaria pesada para evitar más riesgos.
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Ante el riesgo de más deslaves, se han evacuado a 120 personas de las zonas cercanas. Cuatro albergues han sido instalados para recibir a las familias afectadas, y las autoridades han solicitado a la población que evite acercarse a la zona de desastre. Además, se han reportado otros deslaves menores en Jilotzingo, lo que ha movilizado a la Junta de Caminos para liberar las vías afectadas y garantizar el acceso seguro para los equipos de rescate.
Las labores de rescate continúan en Jilotzingo, la prioridad es encontrar a las personas desaparecidas y garantizar la seguridad de los habitantes. Las autoridades siguen alertando sobre el peligro de nuevos deslaves debido a las lluvias.