En el silencio de diciembre de 2023, el Edomex vive la triste partida de Guga, una jirafa de tan solo seis años, cuya vida en el Zoológico Ehécatl de Ecatepec estuvo marcada por carencias y descuidos.
Guga, nacida en marzo de 2018 como parte de programas de reproducción y conservación, padeció la falta de servicios y personal médico especializado según una investigación realizada por Revista Fortuna.
“La escasez de alimento y la mala gestión llevaron a su prematura muerte en diciembre de 2023.”
El zoológico Ehécatl, afectado por ajustes presupuestales, experimentó reducciones en las dietas de los animales. A pesar de recibir recursos y donaciones, la situación persistió, y Guga se convirtió en una víctima más de las carencias en el cuidado de las especies.
La falta de notificación oficial sobre la muerte de Guga despierta cuestionamientos. Fuentes revelan la posibilidad de que el cuerpo de la jirafa haya sido destazado y vendido, sin que las autoridades correspondientes, como la PROFEPA y SEMARNAT, sean informadas.
En México, las muertes de animales en zoológicos suelen pasar desapercibidas. La práctica común de traslados no notificados entre instituciones y particulares contribuye a la opacidad. Expertos señalan que este proceder es frecuente, especialmente en parques como Ehécatl.
La polémica en torno a Guga destaca la necesidad de un mayor escrutinio en la gestión de zoológicos. El registro preciso de nacimientos y muertes, vital para la regulación, debe ser prioridad. Los mexiquenses reclaman transparencia y un cambio en la manera en que se cuida a las especies.