El robot Rover Perseverance de la NASA ha explorado con éxito el cráter Jezero en Marte, revelando evidencia de antiguos ríos y lagos. Estos descubrimientos sugieren un entorno propicio para la vida en el pasado del planeta rojo.
Las muestras recogidas, por el Rover Perseverance, como “Lefroy Bay” y “Otis Peak“, presentan sílice y fosfato, materiales vinculados a la preservación de fósiles y a las condiciones ideales para la vida. Estas rocas también contienen carbonato, ofreciendo un registro ambiental desde su formación.
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El cráter Jezero, formado hace casi 4 mil millones de años, albergó un lago que eventualmente creció a 35 km de diámetro y 30 metros de profundidad. Flujos de agua trajeron rocas desde fuera de Jezero, revelando su evolución geológica y la presencia de un lago poco profundo que experimentó evaporación.
El Instrumento Planetario para Litoquímica de Rayos X (PIXL), a bordo de Perseverance, desempeña un papel crucial en la misión de la NASA al detectar minerales como carbonatos y hierro asociado con fosfato. Estos elementos son fundamentales para comprender el potencial habitable de Marte.