El conflicto en Oriente Medio ha entrado en una nueva fase crítica tras el ataque de Irán con al menos 240 misiles balísticos contra las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén este martes, según información proporcionada por el Ejército israelí. Este ataque marca una escalada significativa en las tensiones entre ambos países y el resto de la región, agravadas en las últimas horas por otros enfrentamientos y ataques.
La agencia iraní Fars, citada por ‘Al Jazeera’, informó que la Guardia Revolucionaria de Irán había lanzado los misiles en represalia por la muerte de dos importantes figuras del mundo árabe: Ismail Haniyeh, exlíder de Hamás, y Hasán Nasralá, exlíder de Hezbolá. Ambos murieron este año en ataques aéreos israelíes, lo que ha intensificado las tensiones entre Israel e Irán.
La misión iraní ante las Naciones Unidas justificó el ataque, argumentando que era una respuesta a lo que consideraron “actos terroristas” por parte de Israel. Irán ha denunciado en reiteradas ocasiones las acciones militares israelíes contra Hezbolá en el Líbano, calificándolas de agresiones contra su aliado en la región.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) activaron su sistema de defensa aérea para interceptar los misiles lanzados. Según el contralmirante Daniel Hagari, portavoz del Ejército israelí, el sistema de defensa estaba plenamente operativo, pero admitió que “la defensa no es hermética”, lo que subraya el riesgo de que algunos misiles puedan impactar en zonas civiles.
En Tel Aviv y Jerusalén se escucharon explosiones a lo largo del martes, activando las sirenas antiaéreas en varias zonas del país. Las autoridades ordenaron a los residentes de Jerusalén refugiarse en sus hogares debido al “inminente” ataque con misiles. La alerta fue comunicada a través de mensajes a teléfonos móviles y por medio de la televisión nacional, lo que muestra el nivel de preparación ante posibles daños significativos.
El Magen David Adom (MDA), el servicio médico de emergencias de Israel, ha informado que hasta ahora solo se han registrado dos heridos leves en Tel Aviv, causados por escombros, mientras otras personas fueron atendidas por ataques de ansiedad o caídas mientras buscaban refugio en los búnkeres. A pesar de la magnitud del ataque, las bajas han sido limitadas, gracias a los sistemas de defensa.
Mientras el ataque de misiles balísticos de Irán mantenía en alerta a las ciudades israelíes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una operación terrestre limitada en el sur del Líbano. La operación, que comenzó el martes por la mañana, está dirigida contra objetivos específicos de Hezbolá, según comunicó el ejército israelí.
Esta incursión, apoyada por ataques aéreos y de artillería, es parte de una ofensiva planificada por las FDI como represalia por los recientes ataques con cohetes desde el Líbano hacia Israel. La operación se produce pocos días después de que un ataque aéreo israelí matara a un importante líder de Hezbolá en el sur de Beirut, lo que ha intensificado aún más la confrontación en la región.
La escalada del conflicto entre Irán e Israel ha provocado reacciones en todo el mundo. Un funcionario estadounidense advirtió que un ataque a gran escala por parte de Irán podría tener “graves consecuencias” para la nación persa, subrayando la creciente preocupación por una potencial guerra a gran escala en Oriente Medio. En tanto, los aliados de Israel, incluidos Estados Unidos y varias potencias europeas, han expresado su apoyo a la defensa israelí y su preocupación por la estabilidad regional.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió previamente a Irán y sus aliados en la región, afirmando que “no hay ningún lugar en Oriente Medio al que Israel no pueda llegar”, en referencia a la capacidad de Israel para realizar operaciones militares en cualquier parte de la región. Netanyahu ha enfatizado que su gobierno tomará todas las medidas necesarias para defender al Estado judío de las amenazas externas.