La amenaza latente de un devastador megaterremoto conocido como “The Big One” en la costa oeste de Estados Unidos ha sido un tema de gran preocupación para la comunidad científica. Un reciente estudio, publicado en la revista Science Advances, ha revelado detalles cruciales sobre la fractura geológica de la zona de subducción de Cascadia, la cual amenaza con provocar un terremoto de magnitud superior a 8, afectando a estados como California, Oregon y Washington.
La megafalla de Cascadia es una zona de subducción que se extiende a lo largo de más de 885 kilómetros, desde la provincia canadiense de Columbia Británica hasta el norte de California. Esta falla está dividida en cuatro segmentos, cada uno con distinto nivel de peligrosidad. Los investigadores, mediante un barco equipado con hidrófonos, lograron mapear con precisión esta fractura, descubriendo que es mucho más compleja de lo que se pensaba. Este mapeo detallado es crucial para comprender el potencial destructivo de la falla y prepararse ante un eventual desastre natural.
La posibilidad de un megaterremoto en la costa oeste de Estados Unidos ha sido anticipada por geólogos desde hace décadas. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha registrado varios terremotos a lo largo de la Falla de San Andrés, aunque ninguno ha alcanzado la magnitud prevista para “The Big One”. Este potencial megaterremoto podría superar los 9 puntos de magnitud, generando un tsunami con olas de hasta 24 metros de altura y causando devastación en ciudades como Seattle, Portland y San Francisco. La última vez que un terremoto de tal magnitud ocurrió en esta región fue en el año 1700, lo que indica que la zona podría estar acumulando estrés y acercándose a otro evento catastrófico.
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El mapeo de la megafalla de Cascadia se realizó mediante el uso de imágenes sísmicas obtenidas de fuentes activas en el mar. Los investigadores utilizaron un barco que arrastró un cable de 14 kilómetros de longitud, equipado con mil 200 hidrófonos, a lo largo de los 885 kilómetros de la falla. Este método permitió obtener una imagen de alta precisión de la fractura geológica, revelando detalles antes desconocidos. Este avance científico es comparable a pasar de ver a través de lentes borrosos a tener una visión clara y precisa, lo cual es fundamental para evaluar correctamente los riesgos y preparar medidas de mitigación.
La creación del primer mapa detallado de la megafalla de Cascadia representa un avance significativo en la investigación geológica y la preparación ante desastres naturales en la costa oeste de Estados Unidos. La amenaza de “The Big One” es real y, aunque no se puede predecir con exactitud cuándo ocurrirá, contar con información precisa y actualizada es esencial para proteger a las comunidades afectadas. La colaboración entre científicos y autoridades es crucial para desarrollar estrategias efectivas que minimicen el impacto de un evento sísmico de tal magnitud.