El próximo lunes 5 de febrero se espera un caos en las carreteras mexicanas, ya que más de 150 mil transportistas llevarán a cabo un Paro Nacional en protesta contra la inseguridad que enfrentan a diario.
Entrevistado por Ciro Gómez Leyva, David Muñoz, presidente nacional de la Asociación de Conductores Federales Unidos, destaca la urgencia de una respuesta gubernamental.
Ante la creciente ola de asaltos y robos a conductores en las principales carreteras, los transportistas buscan que el gobierno reaccione y brinde soluciones a la inseguridad. David Muñoz lamenta la falta de acción de la Guardia Nacional y subraya la necesidad de la manifestación como último recurso.
“Vamos a detener todo el transporte de carga. Vamos a detener todo el transporte de carga, pretendemos dejar que circulen normalmente los automovilistas, autobuses, vehículos de emergencia; desde las 7 de la mañana. Desafortunadamente tuvimos que llegar a la necesidad de manifestarnos, pretendemos molestar lo menos posible a la ciudadanía, a los automovilistas; y entendemos su situación, pedimos que entiendan nuestra situación, esto no puede continuar así. Necesitamos respuestas por parte del gobierno, sin simulaciones y con seriedad“, expresó el Muñoz.
Se prevé que al menos ocho Estados participen en el paro, siendo Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Guanajuato, Veracruz y Querétaro algunos de los más afectados. Los transportistas planean detenerse en puntos estratégicos, afectando al menos 100 kilómetros en Veracruz y el Arco Norte en Querétaro.
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Aunque la intención es no molestar a la ciudadanía, se espera una paralización de al menos 150 mil vehículos. Empresas grandes de transporte se sumarán al paro, afectando la circulación en Estados clave. La movilización busca sensibilizar sobre la urgencia de medidas efectivas contra la inseguridad vial.
El Paro Nacional de Transportistas se erige como un llamado urgente a la acción. La inseguridad en las carreteras mexicanas y la falta de acción del gobierno han llevado a los transportistas a unirse, exigiendo respuestas con la esperanza de un cambio significativo en la seguridad vial.