La tarde de este miércoles, una intensa lluvia provocó la aparición de una “cola de agua” en varias zonas de Toluca, Metepec y San Mateo Atenco. Aquí te explicamos qué es y cómo afecta esta fenómeno que causa preocupación en los mexiquenses.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) define la “cola de agua” como un fenómeno que genera lluvias intensas y tormentas eléctricas. Se forma cuando nubes tipo cumulonimbos (nubes verticales) presentan un gran desarrollo vertical. Estas nubes tienen masas pesadas y cimas con forma de montañas, torres o yunques, lo que provoca fuertes precipitaciones con rayos, truenos y ocasionalmente granizo. Según el Atlas Internacional de Nubes, de la Organización Meteorológica Mundial, la “cola de agua” es una nube con forma de columna o cono invertido que emerge de la base de una nube, principalmente de cumulonimbus y, con menor frecuencia, de cumulus.
En Metepec, la “cola de agua” provocó dos accidentes de tránsito sobre la avenida Pino Suárez. Además, de una falla de energía eléctrica que detuvo semáforos, derivando en un caos vehicular aproximadamente por 50 minutos. Cabe destacar que el encharcamiento por la lluvia bajo su nivel en menos de 10 minutos, demostrando la eficiencia del drenaje pluvial.
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Otros sitios donde se presentaron encharcamientos en el municipio fueron en la avenida Manuel Clouthier y Tollocan, en la calle Morelos en San Francisco Coaxusco y avenida Gobernadores. Aunque en ningún caso hubo pérdidas materiales y la normalidad regresó tras 27 minutos de intensa lluvia.
En años recientes se han reportado situaciones similares. En 2019, una “cola de agua” se registró en la región norte del Valle de Toluca durante la temporada de lluvias. Este fenómeno tocó tierra y provocó estragos en viviendas en zonas como San Diego Linares y San Pablo Autopan. La recurrencia de este fenómeno resalta la importancia de estar preparados y entender sus características para mitigar sus efectos adversos.
La “cola de agua” es un fenómeno meteorológico que puede causar daños significativos debido a su intensidad. Los eventos recientes en el Estado de México subrayan la necesidad de una vigilancia constante y medidas preventivas para proteger a la población de los efectos adversos de estos fenómenos naturales.