La tranquila noche de Tabasco se vio perturbada por una serie de violentos incidentes, marcando un capítulo sombrío en la historia reciente del estado. La quema de vehículos y motines en cárceles han sacudido a la comunidad, generando preocupación y miedo entre sus habitantes.
La violencia comenzó con un tiroteo en el fraccionamiento Campestre, seguido de la quema de al menos treinta vehículos, incluyendo tráileres y autos particulares. Estos actos de violencia se extendieron por toda la capital, Villahermosa, afectando a negocios y causando alarma entre los ciudadanos.
Simultáneamente, se desataron motines en las cárceles de Comalcalco, Huimanguillo y la ciudad de Villahermosa. Los disturbios en estas prisiones dejaron un saldo de dos personas fallecidas, causando aún más inquietud en la población.
Ante estos eventos, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Hernán Bermúdez Requena, aseguró que se ha restablecido el control y la seguridad en las áreas afectadas. No obstante, la tensión sigue latente, con la población exigiendo respuestas y acciones concretas para prevenir futuros incidentes de esta naturaleza.
Para Metropolitano Edomex, el reciente ola de violencia en Tabasco es un recordatorio de los desafíos de seguridad que enfrenta México. Estos incidentes subrayan la necesidad de estrategias efectivas para combatir el crimen y garantizar la paz y seguridad de los ciudadanos.