En un giro alarmante de eventos, familiares de los polleros de Toluca, secuestrados recientemente, han elevado su voz pidiendo protección y acción inmediata de las autoridades. Este llamado surge tras el secuestro de cuatro empleados por un grupo armado, exacerbando el temor y la inseguridad en la región.
La madrugada del viernes 22 de diciembre, cuatro trabajadores de una bodega de pollo en la colonia Parques Nacionales fueron secuestrados. Karina Salinas Contreras, dueña del establecimiento, destaca la falta de avances significativos en la investigación y la ausencia de garantías de seguridad por parte de las autoridades.
El incidente ocurrió cuando un grupo armado irrumpió en la bodega, que carecía de vigilancia, y se llevó a los trabajadores por la fuerza. Los nombres de las víctimas, identificados en un video, son Rigoberto Colín, Consuelo Eliseo Escobar Ramírez, Jaime Ramos Reyes e Isidoro Díaz Casimiro.
Karina Salinas revela una historia de extorsiones por parte de la Familia Michoacana, un grupo criminal conocido en la región. Estas extorsiones han incluido secuestros, incendios y ataques a negocios. La falta de respuesta efectiva de las autoridades ha llevado a un clima de miedo y resignación entre los comerciantes.
Los dueños del negocio, afectados por la situación, han solicitado protección de la Fiscalía Mexiquense, sin obtener respuesta satisfactoria. La situación ha afectado gravemente la moral y seguridad de los empleados, muchos de los cuales han renunciado por miedo.
Más de 20 pollerías en el Valle de Toluca enfrentan circunstancias similares, sufriendo extorsiones y amenazas constantes. Karina Salinas especificó que el costo del llamado “derecho de piso” impuesto por los criminales puede alcanzar hasta un millón de pesos mensuales, una carga insostenible para muchos.
A pesar de las denuncias formales presentadas ante la Fiscalía Mexiquense, la respuesta ha sido insuficiente, dejando a las víctimas y sus familias en una situación de vulnerabilidad y desamparo.